Dieta equilibrada. Todos hemos oído hablar de ella pero siempre pensamos que es una dieta para mantener o como dieta utópica, y no para perder peso.
Con el buen tiempo empezamos a notar la ropa no nos sienta tan bien y que hemos acumulado algún que otro «michelín». La preocupación nos asalta y queremos deshacernos de esos quilitos de más rápidamente.
¿Vas a seguir una dieta sin casi hidratos de carbono?¿Nos embalamos y perdemos 5Kg. a la semana? ¿»Depuramos» solo el cuerpo durante 15 días y nos lo tomamos con más calma? O,¿Quieres cambiar tus hábitos de vida y eso incluye aprender a comer? ¿Hacemos una sprint-dieta o nos proponemos una carrera de fondo en plan familiar? Ahí decide caca uno su conveniencia o su sentido común (y no siempre acertamos).
El aumento del consumo de productos hipercalóricos y el crecimiento del sedentarismo han ayudado a aumentar el índice de obesidad en el mundo. Comemos muchas veces fuera de casa y demasiado. Pasamos de no desayunar o cenar, de «tapeos» hasta tarde y copas. Los niveles de azúcares refinados y grasas sobrepasan en más del doble al de fibras, vegetales y proteína, y la televisión y videojuegos son el «deporte» por excelencia.
Tanta devoción que tenemos por engordar nuestro IMC (índice de masa corporal) y sin embargo a la hora de ponernos a dieta, todos tenemos el método ideal! Que si tan infalible fuera la obesidad no sería la pandemia del siglo XXI.
¿Dietas infalibles? No, no las hay. Rutinas saludables y comer equilibradamente siempre, es el único medio de ponerle difícil a la vida que nos haga ricos en quilos de grasa. ¿dietas milagro? Tantas como la gente rebautice y personalice el casi centenar que hay documentadas.
Yo propondría, antes de empezar cualquier dieta «loca», que durante 15 días hicierais el propósito de hacer una dieta equilibrada. A ver que os parece este método fácil de empezar a montar la dieta.
Conseguir una comida principal adecuada puede resultar algo tan práctico como atribuir un color a cada grupo de alimentos de forma que reúnas aquellos que son indispensables para el equilibrio de las principales comidas.
AZUL | Leche y derivados (cuajada, yogur, queso, bechamel…) |
ROJO | Carnes, pescados o huevos |
MARRÓN | Arroz, pasta, pan, patatas y legumbres |
AMARILLO |
Grasas (aceites, mantequilla, margarina, nata, mayonesa etc.) |
VERDE | Frutas y verduras |
La comida será equilibrada si reúnes 1 rojo, 1 azul (optativo), 2 marrones, 1 o 2 verdes y entre 1 o 2 amarillos. Lo más frecuente es que el amarillo se asocie con otro color. Por ej: marrón–amarillo (patatas fritas), verde–amarillo (ensalada con aceite).
Ejemplo de menú:
. Arroz con guisantes
. Lenguado a la plancha o al horno con ensalada
. Fruta con queso fresco
. Aceite de oliva
. Pan
Distribuye la alimentación en cinco o seis comidas a lo largo del día. Esto evitar a la sensación de hambre o estomago vacío entre horas y mantendrá un nivel adecuado de glucosa en sangre a lo largo del día. Entre horas se pueden tomar trozos de fruta o vegetales, yogures o batidos lácteos, cereales, frutos secos, sándwiches sin grasa con vegetales. Si desterramos de nuestra alimentación comida con calorías vacías: «snacks», repostería, bollería o golosinas…etc. y aumentamos el ejercicio, el plan será absolutamente efectivo.
Después de 15 días así, igual no necesitas una dieta milagro y te haces fan de la dieta equilibrada.