A veces parece que nuestros bebés nos quieren hablar y decirnos: «Mamá, ¿qué comemos hoy? Si, una de las preguntas que más nos harán nuestros hijos durante toda la vida. Pero también, una de las preguntas que más nos hacemos las mamis. Ya seamos novatas o no, siempre tenemos alguna duda. ¿Cuando es conveniente y porqué, introducir unos u otros alimentos en la dieta del bebé.
A partir de los 4-5 meses de edad debemos empezar a introducir algunos alimentos sólidos en la dieta del bebé. Sus órganos maduran. Aumentan y mejoran las secreciones gástrica. La motilidad intestinal y la respuesta inmunológica también se incrementan. A los 6 meses el pequeño tiene capacidad de transportar y tragar alimentos. A esta edad hay un aumento de la secreciones biliares y pancreáticas. Aumenta la capacidad de digestión y absorción de alimentos más complejos. En bebés con riesgo alérgico la introducción de otros alimentos se debería retrasar hasta los 7 meses, y hacerlo de modo muy escalonado.
Las frutas (excepto melocotón y las que tienen pepitas), guisantes, zanahorias, judías verdes, patata, pavo, pollo, conejo, ternera, son las primeras que introduciremos (4-5 mes de vida). Entre los 7-8 meses añadiremos nabos, coles y otras verduras. Sobre 8 y los 9 empezaremos con el cordero, pescado blanco, yogur, yema de huevo. A partir de los 11 meses o el año pueden ya tomar cerdo, jamón cocido, pescado azul, legumbres. Al año el huevo ya puede comerse entero (clara y yema). A partir del año y medio pueden ya comer algún embutido, charcutería y marisco. Entre los 2 años y medio y los 3 ya prácticamente comen de todo incluso algún fruto seco y frutas con pepitas (siempre ante la vigilancia de algún adulto).
La incorporación debe ser secuencial y progresiva. Intervalos de varios días entre dos nuevos alimentos nos permitirán detectar posibles intolerancias. Hay que dar tiempo al bebé a acostumbrarse a los nuevos sabores.
Toda teoría la podemos «aprender» o poner en práctica, pero lo más importante es que la «viváis». Dejad que toquen, huelan, manoseen,… algunos de esos alimentos. Experimentar junto a vuestro hijo como nota las texturas y como descubren sabores nuevos, es todo un lujo.