Superada la Navidad tenemos el momento perfecto para desintoxicarnos y cambiar de hábitos alimentarios.
A ese cambio, para el que dimos hace poco diversas pautas generales, debemos incorporar alimentos con propiedades diuréticas y de eliminación de toxinas.
Algunos a tener en cuenta son los siguientes:
– Aguacate, rico en vitaminas, minerales y grasas insaturadas.
– Ajo, de la familia allium (a la que pertenecen también puerros y cebollas). En su composición destacan alicina y selenio para reducir los radicales libres.
– Alcachofas, con fibra, cinarina (estimulante de la vesícula biliar y protectora del hígado) y otras sustancias diuréticas y digestivas. Depurativas porque favorecen la función hepática y la eliminación de toxinas a través de bilis y orina.
– Calabacín, con propiedades diuréticas muy acusadas.
– Ciruelas, que reducen el estreñimiento y favorecen la eliminación de residuos.
– Cúrcuma, beneficiosa para el sistema digestivo, como desintoxicante hepático y preventiva del daño hepático.
– Diente de león, diurético y depurativo.
– Lecitina, rica en colina indispensable para evitar que se deposite grasa en el hígado. Presente en la soja, por ejemplo.
– Manzanas, con fibra y compuestos que favorecen la descongestión hepática.
– Papaya, con papaína, similar a la bromelina de la piña.
– Piña, con bromelina (que participa en el metabolismo de las proteínas), mejora la digestión tras una comida excesiva.
– Rábanos, descongestionan y desintoxican por favorecer el vaciado de la bilis.
– Remolacha, con un gran potencial a nivel de eliminación de toxinas y reducción de la retención de líquidos. Aumenta el flujo de bilis y ayuda a eliminar toxinas.
– Té verde, rico en catequinas (antioxidantes muy potentes) que protegen al hígado de la agresión del alcohol, el tabaco y otras sustancias nocivas. Protege las células hepáticas y estimula el sistema inmunológico.
– Tomate, rico en licopeno (carotenoide antioxidante que neutraliza los radicales libres).
– Uvas, con resveratrol, antioxidante con efectos a nivel cardiovascular y hepático.
– Verduras de hoja verde (espinacas, acelgas, escarola, etc.), contienen antioxidantes (flavonoides y carotenoides) con efecto protector para el organismo.