Son sustancias que se añaden de forma intencionada a los alimentos y bebidas, sin el propósito de cambiar su valor nutritivo y con la finalidad de mejorar sus caracteristicas, técnicas de elaboración o conservación y adaptación.
Se podrían clasificar en los que mejoran las propiedades organolépticas: edulcorantes (sacarina, aspartamo, ciclamato sódico,..), aromatizantes y saborizantes (extractos naturales, glutamato monosódico,..), colorantes naturales (clorofila, antocianos,..), colorantes sintéticos, acidulantes (ac.fosfórico, cítrico,..), blanqueadores de la harina.
Los que impiden o retrasan la alteración de los alimentos: antimicrobianos (acido acético, ac. benzoico, nitratos, nitritos, ac. sórbico,..). antioxidantes (citratos, flavonoides,..).
Los que mejoran la textura: espesantes y gasificantes (alginatos, agar, gomas de algarroba, pectinas…), emulgentes (lecitina…), humectantes (sorbitol…).
Existe mucha polémica por la utilización de aditivos en los alimentos, y en muchas ocasiones podríamos prescindir de ellos. Puede que pudieramos pasar sin comer postres, ensaladas, bebidas,.. sin tanto color o vistosidad o sabor. Sin embargo, no debemos olvidar que la mayoría de aditivos nos son de gran ayuda para poder conservar, trasladar e incluso optimizar el aprovechamiento de alimentos, que no se podrían consumir de otra manera. Además, recordemos que mientras el mundo pase hambre los aditivos seguirán siendo necesarios.