La misión de nuestro sistema inmunológico es defendernos del ataque de microorganismos patógenos, pero a veces nuestras defensas se debilitan y pierden la «batalla». Con una alimentación carente de nutrientes esenciales, no practicando un poco de ejercicio y si además sufres estres, tienes más puntos de que tu sistema defensivo se debilite. Los cambios de temperatura y la ingesta de tóxicos (café, tabaco) hunden aún más nuestro organismo.
Tanto los catarros como las gripes tienen unos síntomas similares. Afecta a las vias respiratorias altas, pero su origen vírico es diferente. En resfriados comunes la sintomatología cursa con estornudos, congestión nasal, tos, dolor de cabeza y garganta. En las gripes además afectan a todo el organismo en general provocando debilidad, fiebre, escalofríos…
Si aportamos a nuestro organismo una rutina en alimentación sana e incorporamos alimentos ricos en Vit. C, flavonoides, probióticos y prebióticos, podemos aumentar las defensas. Si, a pesar de eso, nos hemos acatarrado podemos ayudar a combatirlos añadiendo «soldados» a la «batalla».
Propóleos: antibiótico natural, antiinflamatorio, cicatrizante y analgésico. Equinácea: Antiviral, bactericida, fungicida.Pepitas de pomelo: Antibiótico natural, rico en Vit C y bioflavonoides. Yemas de pino: efecto antiséptico y expectorante. Shiitake: provoca más resistencia al organismo frente a las agresiones externas. Tomillo: El principio activo (timol), tonifica y estimula las defensas. Balsámico, expectorante y antiséptico. Acerola: Vit. C: No solo previene si no que también ayuda a limpiar y destruir agentes externos.