¡Llega la Navidad! Llegan días de encuentros, compras, amigos, familia y diversión. pero también llegan días en los que tú, empiezas a temer si no volverás a engordar. Has pasado unos meses bajando sanamente de peso pero ahora no sabes si serás capaz de mantenerte en esos quilos. Las comidas, demasiado abundantes y potentes. Los comensales de alrededor que siempre «ayudan» con un: ¡Si ya estás delgad@!. ¡Un día es un día!… Los productos típicos de la época, demasiado golosos y La cantidad de celebraciones en pocos días,…no son tus enemigos.
Hay cosas que ya sabes pero que podemos recordar:
- Las hormonas influyen: Pero influyen siempre. Un simple cambio de humor (en Navidad los sentimientos están a flor de piel) no refleja que tengamos la excusa de comer más o más azucarado y lo achaquemos a las hormonas. Es cierto que ellas nos influyen pero los ciclos hormonales son muy concretos y los tenemos demasiado sobrevalorados.
- Haz ejercicio cada día: No hace falta que sea “de gimnasio”. Decide ir de compras al centro andando, sube y baja las escaleras para subir al ático.
- Aunque trabajes sentad@, nunca actitud sedentaria: Aprovecha algún minuto para mover los tobillos o apretar los glúteos, o bajar los hombros. El no dejar de pensar en los músculos hace que nuestro cerebro tonifique nuestro cuerpo en general.
- Relajarte algún momento al día también es importante: Estiramientos suaves y relajar la mente y el cuerpo hacen que la ansiedad desaparezca.
- No alteres los horarios: cinco comidas al día como siempre en tu dieta y afianzar esa rutina.
- Somos positivos y optimistas: Ya lo conseguiste una vez. Haces el esfuerzo de saber y conocer los porqués y no bajas la guardia. No debes temer por volver donde no quieres ir porque ahora sabes como hacerlo. Disfruta de todo, de las fiestas,de los días, incluso de la comida.