El estreñimiento es un problema digestivo frecuente. Aproximadamente el 20% de la población lo padece, sobretodo, ancianos y mujeres.
Se considera que hay estreñimiento cuando se produce un tránsito poco frecuente o difícil de las heces, aumento de la consistencia o una sensación continuada de evacuación incompleta. La frecuencia de la defecación es diferente para cada persona por lo que el término «normal» es muy particular. Puede oscilar entre dos o tres veces al día a dos o tres veces por semana. Popularmente hay la creencia de que es necesario evacuar diariamente y, erróneamente, la percepción que padecen estreñimiento. Todo ello puede llevar a que haya gente que abusen de laxantes ,orales o rectales, habitualmente.
Hay varios factores que destacan sobre los demás a la hora de relacionar causas de estreñimiento: hábitos alimentarios y ejercicio físico.
Ejercitar el abdomen y pelvis (bicicleta, gatesa, nadar…) e incluso masajear el vientre, ayuda al peristaltismo intestinal, favoreciendo el paso de las heces por el intestino grueso.
Las recomendaciones alimentarias son ampliamente conocidas pero las vamos a recordar:
- Dieta rica en fibra vegetal (frutas, verduras, cereales integrales, legumbres) 4-5 veces al día.
- Añadir fibra extra paulatinamente. Aumentar la cantidad paulatinamente. Eso nos ahorrará padecer hinchazón o gases hasta que acostumbremos al intestino.
- Beber más cantidad de líquidos (sobre todo agua), para que las heces sean más blandas y fáciles de expulsar.
- Comer despacio masticando muy bien y con un horario regular.
- Intentar defecar a la misma hora diariamente, sin agobiarnos si siempre no se consigue.
- En caso que el estreñimiento ocasional no se corrija en más de 4 días, podría ser adecuado algún laxante suave. Si hay cambios importantes y prolongados en el ritmo intestinal de las, es absolutamente necesario consultar con el médico.