Comer bien para broncearnos saludablemente ¿Debemos tomar el sol mientras nos ponemos «morados» de comer? Nada de eso. Aquí tenemos unas cuantas pautas para esta época.
Llega el verano y con él las ganas de ponernos morenos. Pues bien, vamos a ver como puede ayudar nuestra alimentación a broncearnos y a disfrutar con más tranquilidad del sol.
Es de sobras conocido que el sol es necesario, no solo , para que se produzca la síntesis de vitamina D (importante para nuestros huesos) sino como buen coadyudante antidepresivo. Pero, también se sabe, los perjuicios que puede ocasionar una exposición prolongada y sin protección al sol. El fotoenvejecimento cutáneo, melanomas o lesiones benignas en la piel son unos ejemplos del porqué debemos protegernos «por fuera» y también » por dentro».
Podemos empezar por preparar la piel y el tono con una dieta rica en antioxidantes como betacarotenos, vitaminas C y E y ácidos grasos. Una buena ensalada a base de tomates y zanahorias aliñadas con aceite de oliva virgen, podría ser un ejemplo. Si además la combinamos con unas sardinas o atún fresco a la plancha, incorporaremos los «omega3» nos aportarán firmeza y elasticidad en la piel. Los zumos, fuentes de vitaminas, sobre todo la C, harán de una hidratación extra una bebida ideal.
¿Cómo sabemos que lo que comemos nos protege?
Solo hay que poner imaginación y color en los platos. El color de las zanahorias, maíz y el caroteno. El licopeno y el rojo tomate. el verde oliva brillante de la Vit. E. El amarillo de la yema de huevo con su luteína y xeaxantina… etc
No obstante no olvidaremos , en absoluto, beber. Tomar agua durante el todo el día y durante la exposición al sol, abundantemente. Y no olvidar jamás utilizar frecuentemente un buen fotoprotector.
Es bonito tener un tono bronceado en la piel pero más bonito es ver una piel sanamente bronceada y tonificada.