Se dice que comer es un placer. Además de las sensaciones que despiertan los alimentos en sí, la mayoría de celebraciones se hacen alrededor de una buena mesa.
El acto de comer pone en marcha muchos estímulos. Hay ciertos alimentos que se ha comprobado influyen en el estado de ánimo y el comportamiento. Consumir alimentos adecuados nos puede aumentar la estabilidad emocional, reforzar la memoria y mantener nuestra mente en forma.
Los aminoácidos ingeridos a través de los alimentos, desarrollan un papel muy importante en la bioquímica cerebral. Están directamente relacionadas en la formación de neurotransmisores, cuya función es transmitir información y ordenes a todas las células del cuerpo. Ejemplo sería el triptófano. Un aminoácido gracias al cual se forma un neurotransmisor, llamado también «el de la felicidad» como la serotonina (mejora el estado de ánimo y disminuye la tristeza). Otros neuromediadores serían la acetilcolina (mantiene despierto el cerebro y la alerta mental), GABA (relaja y calma el estrés), adrenalina, noradrenalina, dopamina (estimulan, motivan y hacen sentir bien).
Omega 3: Loa ácidos grasos esenciales son imprescindibles para la salud mental. Forman parte de la mielina, reducen la inflamación, la tensión arterial, y refuerzan la inmunidad.
Vitaminas del grupo B: Son reguladoras del sistema nervioso. el déficit de alguna de ellas provoca y agrava el estado depresivo, ansiedad e irritabilidad.
Vitamina C: participa en las reacciones de los neurotransmisores y en su formación, combinándose con algunos aminoácidos.
Magnesio y calcio: producen la relajación de los nervios, músculos.
Zinc: Su falta se relaciona con la tolerancia al estrés. Es un mineral que participa en más de 300 reacciones metabólicas.
Si traducimos en «alimentos felices» podríamos hablar de:
Te verde: Es rico en un aminoácido (l-teanina) que aumenta los niveles de GABA, serotonina, i dopamina. Además contrarresta los efectos de la cafeína, que también tiene el té. Por tanto se convierte en una bebida más relajante de lo que parecería.
Huevos: son ricos en fosfolípidos que potencian las funciones mentales.
Cítricos: Junto con la vitamina C sus azúcares potencian la energía y el entusiasmo.
Sésamo, pollo, plátano y avena: Son ricos en triptófano y por tanto proporcionará tranquilidad y bienestar mental.
Cereales integrales y legumbres: Ricos en vitaminas B, magnesio y calcio.
Pescados: Aporta omega 3. Nutre la mielina del cerebro.
Jamón de bellota: tiene un aminoácido que forma la noradrenalina, el neurotransmisor que incita a estar activo.
Crustáceos, nueces, setas espárragos: Alimentos ricos en zinc.
Próximamente os propondremos un menú para alimentar la felicidad 😉