Las células se convierten en cancerígenas cuando sufren una mutación en el ADN. En la mayoría de los casos una célula mutada muere pero algunas, por desgracia, se reproducen. Se convierten en pequeños monstruos incapaces de realizar las funciones que les corresponden.
Hay varios factores que pueden dañar el ADN: agentes infecciosos, como lo sería el virus del papiloma humano. Radiaciones como las ultravioletas o nucleares. Productos químicos ya sean contaminantes en general o el tabaco. Incluso la oxidación celular ya sea provocada por estrés u otros mecanismos naturales de envejecimento. Nuestro cuerpo genera una cantidad infinita de radicales libres (átomos a los que les faltan electrones y que atacan a otros átomos provocando reacciones en cadena interminables), la única manera de frenar esas reacciones es con los llamados «antioxidantes». Estos defensores celulares son la mayoría enzimas naturales aunque también los hay farmacológicos y, los que aquí vamos a nombrar, los que provienen de ciertos alimentos.
Los alimentos antioxidantes son aquellos que poseen una sustancia especial que puede detener o retrasar la oxidación celular. Para prevenir el cáncer, y otras enfermedades, además de incluirlos en la dieta, es necesario reducir o eliminar el consumo de otros. Las grasas animales, el sedentarismo, el alcohol, tabaco, estrés… son aliados de todos nuestros grandes males.
Para ayudar a proteger a tus células, y por tanto a ti mismo, deberías incluir en tu dieta habitual alimentos como:
Ajo y cebolla (contienen alicina que ayuda a eliminar toxinas y por lo tanto radicales libres).
Pimiento (Rico en betacarotenos, Vit C, y capsaicina. Bloquean células precancerosas).
Remolacha (el color morado indica que contiene betaína, potente regenerador celular).
Brócoli y en general las coles (favorecen la eliminación de toxinas).
Tomate (contiene licopeno, un antioxidante con demostrada capacidad frente a la protección del cáncer de próstata y estómago).
Cítricos en general (la Vit. C es la reina en cuanto a estimular las defensas).
Frutas rojas o las llamadas «frutas del bosque» (además de la Vit. C tienen un pigmento morado, antocianina, de gran efecto antioxidante).
Manzana (ácido clorogénico y egalico, poderosos anticancerígenos. Además la pectina ayuda en la eliminación de toxinas).
Melón y zanahoria (ricos en betacarotenos).
Uva y más concretamente sus pepitas (contienen resveratrol que ayuda a bloquear los agentes oxidantes y el crecimiento de tumores).
Té en todas las variedades (potente antioxidante bebido).
Todos estos alimentos son vegetales y muy sanos, pero nunca una dieta basada absolutamente en ellos es aconsejable. La base de nuestra alimentación es una dieta equilibrada con toda clase de nutrientes, en la que la podemos enfatizar sanamente añadiendo más de estos alimentos y muchos menos de los tóxicos.