Browsing Category

DIETA

DIETA NOTICIAS

Edulcorantes

agosto 6, 2013

Durante años ha sido frecuente la confusión con respecto a los edulcorantes. No obstante vamos a hacernos eco del último dictamen que, recientemente, a emitido la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). Las conclusiones a las que se llega en esta nueva reevalución sobre la seguridad del aspartamo, han sido: «sobre éste edulcorante y sus componentes y que, tras un análisis detallado y metódico, hemos llegado a la conclusión, de que el aspartamo no posee toxicidad alguna que deba preocupar a los consumidores, en  los niveles actuales de exposición. Así, la Ingesta Diaria Admisible (IDA) de aspartamo se considera segura para la población general, siendo la exposición de los consumidores al aspartamo inferior a esta IDA».

Actualmente, en la Unión Europea hay 10 edulcorantes bajos en o sin calorías aprobados para uso alimentario: acesulfamo-K (E-950), aspartamo (E-951), ciclamato (E-952), sacarina (E-954), sucralosa (E-955), taumatina (E-957), neohesperidina DC (E-959), stevia (E-960), neotamo (E-961) y sal de aspartamo-acesulfamo (E-962).

Realmente es cierto que algunas de estas sustancias no son naturales pero, como siempre, en el equilibrio está la virtud. Los edulcorantes bajos y sin calorías pueden ayudar en el control de calorías al aportar un sabor agradable con menos o ningún contenido calórico.  Para alguien que no necesite sentir el sabor dulce en lo que toma es fácil decir: «guerra a lo artificial». Pero cuando intentas conseguir que personas bajen de peso sanamente y podemos gratificarles un poco el consumo de «cosas normales» substituyendo el incremento de calorías que sumaría esa merienda o desayuno, por placer dulce… ¿que hacemos?. Alguien debería ponerse en la piel de quien se toma un café con leche en el desayuno o de quien renunciará a él con tal de no tomarlo amargo.

Además a la probada seguridad de los edulcorantes bajos y sin calorías, la evidencia científica ha demostrado como «incuestionable» la importancia de los edulcorantes bajos y sin calorías en la dieta diabética, al ofrecer el placer de lo dulce sin sus aspectos negativos, y sin impacto en la insulina y glucemia.

Los efectos potenciales de productos con edulcorantes bajos o sin calorías deben considerarse en el contexto de la dieta global y el comportamiento en relación a los alimentos. Existen pocos ejemplos de productos alimenticios que puedan ser reemplazados por otro muy similar pero sin calorías o sin un nutriente específico (grasas, azúcares, alcohol, etc.).

caramelos1

Que a nadie le amargue un dulce. Un caramelo, de vez en cuando, siempre es positivo. Con o sin azúcar 😉

DIETA NOTICIAS

Escudos naturales frente al cáncer

julio 13, 2013

Las células se convierten en cancerígenas cuando sufren una mutación en el ADN. En la mayoría de los casos una célula mutada muere pero algunas, por desgracia, se reproducen. Se convierten en pequeños monstruos incapaces de realizar las funciones que les corresponden.

Hay varios factores que pueden dañar el ADN: agentes infecciosos, como lo sería el virus del papiloma humano. Radiaciones como las ultravioletas o nucleares. Productos químicos ya sean contaminantes en general o el tabaco. Incluso la oxidación celular ya sea provocada por estrés u otros mecanismos naturales de envejecimento. Nuestro cuerpo genera una cantidad infinita de radicales libres (átomos a los que les faltan electrones y que atacan a otros átomos provocando reacciones en cadena interminables), la única manera de frenar esas reacciones es con los llamados «antioxidantes». Estos defensores celulares son la mayoría enzimas naturales aunque también los hay farmacológicos y, los que aquí vamos a nombrar, los que provienen de ciertos alimentos.

Los alimentos antioxidantes son aquellos que poseen una sustancia especial que puede detener o retrasar la oxidación celular. Para prevenir el cáncer, y otras enfermedades, además de incluirlos en la dieta, es necesario reducir o eliminar el consumo de otros. Las grasas animales, el sedentarismo, el alcohol, tabaco, estrés… son aliados de todos nuestros grandes males.

Para ayudar a proteger a tus células, y por tanto a ti mismo, deberías incluir en tu dieta habitual alimentos como:

Ajo y cebolla (contienen alicina que ayuda a eliminar toxinas y por lo tanto radicales libres).

Pimiento (Rico en betacarotenos, Vit C, y capsaicina. Bloquean células precancerosas).

Remolacha (el color morado indica que contiene betaína, potente regenerador celular).

Brócoli y en general las coles (favorecen la eliminación de toxinas).

Tomate (contiene licopeno, un antioxidante con demostrada capacidad frente a la protección del cáncer de próstata y estómago).

Cítricos en general (la Vit. C es la reina en cuanto a estimular las defensas).

Frutas rojas o las llamadas «frutas del bosque» (además de la Vit. C tienen un pigmento morado, antocianina, de gran efecto antioxidante).

Manzana (ácido clorogénico y egalico, poderosos anticancerígenos. Además la pectina ayuda en la eliminación de toxinas).

Melón y zanahoria (ricos en betacarotenos).

Uva y más concretamente sus pepitas (contienen resveratrol que ayuda a bloquear los agentes oxidantes y el crecimiento de tumores).

en todas las variedades (potente antioxidante bebido).

Todos estos alimentos son vegetales y muy sanos,  pero nunca una dieta basada absolutamente en ellos es aconsejable. La base de nuestra alimentación es una dieta equilibrada con toda clase de nutrientes, en la que la podemos enfatizar sanamente añadiendo más de estos alimentos y muchos menos de los tóxicos.

1366992_salad_dish

DIETA

¿Grasa en el hígado?

julio 1, 2013

Cuando el médico nos dice que tenemos grasa en el hígado, nos alarmamos. No es para menos pero en la mayoría de los casos se puede revertir e incluso recuperar el estado de normalidad.

La acumulación de grasa en el hígado es la enfermedad hepática más común en  la sociedad occidental. Una dieta pobre en fibra, con abundantes azúcares simples, mucha grasa de origen animal en nuestros menús y el alcohol, son aliados de esta patología.

Los síntomas que pueden delatar un hígado graso son: hinchazón abdominal después de comer, digestiones pesadas, e incluso, fatiga crónica.

El control de las calorías de la dieta y favorecer la pérdida de peso en personas con sobrepeso y obesidad es básico para conseguir hacer desaparecer la grasa de nuestro cuerpo y de nuestro hígado.

Recomendaciones nutricionales para combatir el hígado graso.

  • Aumentar el consumo de fibra: la fibra retrasa el vaciamiento gástrico. Esto provoca una gran sensación de saciedad que contribuye a controlar el apetito.Tomar el pan integral, igual que el resto de cereales. Sustituir los cereales de desayuno por muesli o por copos de avena o maíz al natural, sin azucarar. Incluir legumbres, según tolerancia, entre 2 y 3 veces por semana, añadir las verduras a cada comida. Las de hoja verde son idóneas para la protección hepática.
  • Sin azúcares simples: una alimentación rica en azúcares simples aumenta el nivel en sangre de triglicéridos y ácidos grasos libres, lo cual conduce a esteatosis hepática. Estos azúcares se concentran de forma mayoritaria en el propio azúcar usado para endulzar o se añaden a alimentos procesados azucarados (bollería, chucherías, refrescos, zumos…), pero también están presentes en alimentos que son dulces por naturaleza, como las frutas.Aprender a cocinar dulce sin recurrir a la adición de azúcar. Como endulzante se puede emplear la estevia. Incluso, será conveniente limitar de forma temporal el consumo de fruta fresca por su aporte de fructosa a la dieta.
  • Menos grasas «malas»: un exceso de grasas dificulta y disminuye el metabolismo de esa misma  grasa, por lo tanto, aumenta de la concentración de enzimas hepáticas y de ácidos grasos libres en sangre. El consumo en exceso de grasas saturadas y de grasas trans, aumenta el riesgo cardiovascular, Algo que agravaría cualquier patología hepática.consumiremos solo lo justo de aceite de oliva virgen extra (rico en ácidos grasos monoinsaturados),  y evitaremos  alimentos ricos en grasas saturadas (leche entera, nata, quesos, mantequilla, embutidos, tocino, carne grasa, bollería y repostería industrial que contenga aceite de coco o de palma).
  • Nada de alcohol: el alcohol es un tóxico para el hígado. Dañaríamos aún más el órgano y dificultaríamos la curación.Eliminaremos el consumo de todo tipo de bebidas alcohólicas, incluidas las de baja graduación, como la cerveza, el vino, la sidra, el champán o el cava.
  • Los protectores del hígado, Omega-3: Con un bajo consumo de omega-3 nos provocará un aumento de la síntesis hepática de grasas, un aumento de la captación hepática de ácidos grasos libres circulantes y una disminución de la oxidación de ácidos grasos.La suma de estos tres factores empeora la esteatosis hepática. Un aporte adecuado de omega-3 (puede ser extra, en forma de complemento nutricional) es necesario para contrarrestar los efectos inflamatorios de las grasas saturadas y trans, así como para reducir la esteatosis hepática. Sirve como complemento protector de afecciones cardiovasculares, ya que el hígado graso se considera un componente más del síndrome metabólico. Incluiremos pescados azules, que al contener más grasa no siempre se toleran bien, por la dificultad inherente a la enfermedad para metabolizar las grasas. El nutricionista  será quien debería  valorar la necesidad de tomar un complemento de ácidos grasos omega-3, así como la dosis y la duración del tratamiento complementario.

higado

La dieta protectora del hígado ha de reducir las grasas a menos del 25% del aporte de calorias totales (40g/día).
Se toleran mejor las grasas vegetales.
No comer fritos
No comer comidas flatulentas: legumbres, col, coliflor, alcachofa, cebollas.
Tratar el estreñimiento ya que es bastante frecuente
Comer lentamente y masticar bien los alimentos, para digerirlos mejor.
Aconsejable tomar los alimentos calientes