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Nueva etapa de Alimentación complementaria

noviembre 29, 2020

Hoy el bebé de nuestra familia cumple 4 meses. Un niño precioso que, hasta el momento, no ha tenido problemas con su alimentación. El tiempo pasa muy deprisa, y esto me ha hecho pensar que muy pronto va a poder iniciar una nueva etapa de alimentación complementaria. Este post va dedicado a él y todas esas mamás y papás que han enfrentado esta preciosa etapa de la vida en medio de esta terrible pandemia. Han dado luz, esperanza y felicidad a un montón de familias. GRACIAS!

Algunos expertos afirman que a partir de los 4 meses los bebés ya pueden comenzar con la introducción paulatina de alimentos, en tanto que otra parte de la comunidad científica recomienda esperar hasta los 6 meses. Nos vamos a ceñir a lo que aconseja la OMS: los lactantes empiecen a recibir alimentos sólidos a partir de 6 meses.

Tan importante como saber qué alimentos ofrecer a tu bebé, cómo hacerlo, y saber cuándo hacerlo. Conocer los tiempos, en todo lo que tiene que ver con la alimentación los primeros años de vida, y saber cuál es el siguiente paso, te ayudará a llevar mucho mejor esta nueva etapa, la etapa de la alimentación complementaria

¿Por qué es importante esperar hasta los 6 meses?

Porque para ingerir alimentos se requiere cierta maduración a distintos niveles: inmune, neuronal, renal y gastrointestinal. Además considera que el bebé es lo suficientemente maduro para cumplir con estos requisitos básicos para que empiece a comer:

  • Muestra interés por la comida.
  • Ya no tiene el reflejo de extrusión (expulsar con la lengua automáticamente cualquier cosa sólida que entre en la boca)
  • Mantenerse sentado/a sin apoyo.
  • Ser capaz de coger alimentos con la mano y llevarlos a la boca.

Sobre los 6 meses el bebé duplica el peso que tenía al nacer. El niño comienza a mantenerse sentado e intenta tocar con las manos todo lo que lo rodea. También ha alcanzado, en parte, su madurez digestiva. Será capaz de descubrir poco a poco nuevas sensaciones gustativas y alimenticias. Solo hay una regla de oro: no tener prisa.

Alimentos sólidos

La incorporación de cada nuevo alimento debe realizarse por separado, dejando varios días entre uno y otro. Pequeñas cantidades, aumentándolas a medida que el niño se acostumbre al sabor. La pauta de introducción del  alimento no es fija, cada niño necesita sus propios tiempos.

Comenzaremos por la introducción de harinas sin glúten como complemento de la leche, luego fruta, hortalizas y, seguidamente, con la incorporación de la carne.

– Cereales. Los cereales sin gluten (arroz y maíz) pueden introducirse entre los 4 y 6 meses. Se preparan disueltos en leche materna, leche de continuación o agua. Los cereales con gluten (avena, cebada, centeno y trigo) no deben incorporare antes de los 6-7 meses.

– Frutas. Las primeras papillas de frutas incluirán manzana, plátano y naranja. Se ofrecerán entre los 4 y 6 meses. Las frutas con mayor probabilidad de desencadenar alergias (fresa, melocotón…) no han de darse antes del año de vida.

– Verduras y hortalizas. Es importante empezar por las de sabor ligeramente azucarado, como la patata, la zanahoria, las judías verdes o el calabacín. No conviene mezclar otro tipo de hortalizas hasta que esas las tome bien. Al elaborar el puré, es posible añadir un chorrito de aceite de oliva (0,9º), pero no es aconsejable condimentar con sal. Las espinacas, las coles, el repollo o la remolacha no deben introducirse antes del noveno mes.

– Carne. El pollo, la ternera y el cordero se incluirán progresivamente en el puré de verduras a partir de los 6-7 meses. El cerdo, conejo y otras carnes se darán más adelante.

– Pescado. Debido a su alta capacidad alergénica, no debe introducirse antes de los 9-10 meses. Comenzar añadiendo pescado blanco cocido al puré de verduras.

– Huevo. La yema de huevo cocida puede ofrecerse a partir de los 9-10 meses. Se recomienda no dar al bebé más de 2 o 3 huevos a la semana.

– Legumbres. Se introducirán en pequeñas cantidades a los 15-18 meses. Al principio sin la piel.

– Leche de vaca. Las leches de continuación son adecuadas hasta los 2-3 años, pero a partir de los 12 meses el niño puede tomar leche entera de vaca. Los derivados lácteos (yogur, queso…) también pueden formar parte de la alimentación habitual del bebé.

Cómo se lo damos?

Las primeras cucharadas de tu bebé son emocionantes. Ver la cara que pone y su reacción es algo que nunca se olvida. Es preferible utilizar una cuchara de silicona o plástico (el metal puede ser un poco irritante). A esta edad, la cuchara, será además de un medio para la alimentación, un juego. Conviene empezar utilizándola en una de las cuatro comidas, sin forzar al niño. Tiene tiempo de sobra para acostumbrarse.

Ejemplo de menú

Consejos

– No añadas sal ni azúcar a los alimentos.
– Comprueba siempre la temperatura de los alimentos antes de dárselos a probar al niño.
– El niño debe tomar al día medio litro de leche (leche, lácteos).

Como ves, la alimentación complementaria no es tan compleja como parece Esta nueva etapa de tu bebé se puede ir llevando con sentido común, teniendo claras ciertas pautas, y siempre con el consejo de tu pediatra o especialista en nutrición.

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